miércoles, 21 de agosto de 2013


Quiero escribir, pero no se de qué esta vez.

Quiero gritarle al mundo pero mis labios están sellados. Tengo dentro algo que no puedo callar y sin embargo no tengo nada que decir. Algo que quema por dentro y que no quiere salir.

Una montaña de recuerdos y una montaña rusa de emociones. Y en el centro en lo mas hondo y oscuro de la montaña, mi cueva; mis silencios arrinconados junto al miedo. ¿Dolor? no queda sitio para él. En realidad no queda sitio para nadie desde que el monstruo ha crecido y se ha hecho mayor.

No queda nadie, y no queda nada. A excepción del fuego. El fuego vive dentro y se alimenta del alcohol, de las noches donde su llama se ve más lejos que ningún otro. Arde furioso, arde fuerte, y lo peor es que arde siempre. Las rocas de mi cueva comienzan a derretirse y esto a parecerse a un volcán.

El fuego, autodestructivo, mortal. Sigue ardiendo, consumiendo lentamente todo a su paso. Mi cueva se derrite poco a poco, puedo arder con ella o puedo irme para siempre. Pero ¿a dónde va un monstruo con la boca sellada?




"I used to stand so tall
I used to be so strong
(...)
Now I can't breathe
No, I can't sleep"