viernes, 25 de abril de 2014

El reflejo en la lluvia.


Volviendo a casa después de un poco de cerveza se piensa mejor. Si además llueve se piensa mojado. Y entre paso y paso el último semáforo antes de llegar a casa.Y pasan los coches pero no es lo que yo veo.

El reflejo de los coches en la lluvia del suelo me absorbe. Es un sinfín de colores atenuados por el asfalto. Es eso que está ahí pero que nadie se para a mirar. Ese gran cochazo que más de uno se giraría a mirar para mi solo es otro borrón colorido. Es bonito a su manera, a mi manera de echo, pero en mi manera de ver las cosas no es mejor que una pequeña carraca que alguien heredó de su hermano mayor. Solo son diferentes. Diferentes colores en la lluvia sin más. Que dos cosas sean diferentes no hace que una tenga que ser mejor que la otra.

A veces no todo es competir o imponer tu opinión sobre la de los demás, de verdad. A veces solo se es diferente.

No sé como se ve mi pelo en el reflejo de la lluvia, pero a mi me gusta como es sin más. Y se ve diferente. Hay quién se atreve a juzgar si es mejor o peor porque sus limitadas cabezas no les permiten concebir la idea de ser simplemente distinto.

No creo estar equivocada. Simplemente no me importa, no me importa si se ve mejor o peor, si es bueno o si es malo porque yo no soy nadie para decidirlo. En realidad nadie es nadie para decidir nada sobre la vida de los demás porque ellos solo miran el coche y nadie se para a ver su reflejo en la lluvia.

No se trata de que yo sea especial y vea cosas que nadie más puede ver, sino que tengo la paciencia, el tiempo y la idea de pararme a mirar. Porque puedo. A lo mejor el mundo debería levantar la cabeza de sus móviles y ver sus propios reflejos en la lluvia. A lo mejor.


http://www.youtube.com/watch?v=txctSn5afAc


O a lo mejor debería dejar de beber cerveza los días de lluvia. Quién sabe.