lunes, 28 de julio de 2014

Remember




Que hoy se me dió por recordar.

Entré en un bar oscuro. En el mismo puto bar en el que he llorado, he reído y que he bebido hasta olvidar todo lo que ahora recuerdo. A saber la cantidad de cervezas que he vaciado dentro y resultan incontables la de veces que he vaciado mi alma dentro de una botella vacía de cerveza para luego pagar por una nueva. Que se me dió por recordar y la música del lugar quiso acompañarme.

https://www.youtube.com/watch?v=ivFYVAntpw0

Esos ojos que me han apuñalado tantas veces como quisieron llamarme zorra y no se atrevieron. Hasta que no pudieron más y las convenciones sociales construídas dentro de tu cabeza saltaron por los aires contigo dentro. Yo que me hubiera dejado la voz mientras tú te dejabas las manos en cada canción de Pantera. Y nunca supiste entenderlo y mentiste mil veces diciendo que si. Y me rompiste mil veces diciendo por los ojos aquello que no te atrevías a vocalizar por miedo a que me escapase volando entre las sombras de cualquier otra ciudad. Y la última vez fue tu odio. Y cosas que pasan y castillos en la red que nunca llegan al mundo real.

Esas manos que me mecían en los conciertos. Que acariciaban todas y cada una de las 6 cuerdas de esa guitarra que me despertaba. Que en algún momento dejaron de coger las mías. Esos abrazos que no significan nada y que siguen siendo mi única vía de escape. Como te mostré todas y cada una de las partes de mi mundo, como tú abriste lentamente el tuyo. Como todo empezó más rápido de lo que ninguno fuimos capaz de admitir y se ralentizó hasta que no quedó nada. Y sigue parado y seguimos despersonalizando cada contacto, cada conversación, cada vez es todo más frío porque así congelados ya no podemos hacernos daño.

Ese pecho sobre el que he dormido más veces de las que puedo contar pero no tantas como me hubiera gustado en su día. Ese tacto especial de las marcas de tu cuerpo y todas las marcas que dejaste en mis ideas para los siguientes. Fue tanto tiempo que no tengo un recuerdo que lo resuma, salvo la risa, las risas constantes ante cualquier cosa. Esas risas que un día se convirtieron en una mala cara y llegado el punto no hubo marcha atrás. Y parece todo tan lejano que suena  a una historia que alguien me contó una vez.



Que hoy se me dió por recordaros no a todos, pero si a los que pasaron por ese bar oscuro, por la misma mesa con distintas conversaciones, con distintas versiones de mi misma pero con la misma música.

jueves, 24 de julio de 2014

Objetivos.



Tener metas. Tener algo que alcanzar. Un objetivo que cumplir. Un camino que poder escoger.

Dejar de deambular por la calle a oscuras buscando algún remedio ilegal que arroje algo de luz sobre las baldosas continuamente cambiantes. El suelo que se mueve bajo mis pies y cambia constantemente. Perdería el equilibrio, pero hace mucho que floto a centímetros del suelo sin importarme lo que haya debajo.

Encontrar un nuevo camino. No sé cuantos van ya. Tampoco es que importe.

Emocionarse con una nueva ciudad y que aparezca un billete de avión demasiado caro como para saltárselo. Un obstáculo demasiado largo como para planteárselo porque puede que antes de ir si quiera por la mitad del camino, el suelo ya haya cambiado unas ocho veces por lo menos y no sea transitable.

Todo viene y se va demasiado rápido como para sentirse cómoda con ello.

Y me aburro.

Así que sigo vagando, sin un rumbo, sin una dirección, sin un camino, sin poder perderme más de lo que y estoy.

http://www.youtube.com/watch?v=NE_wDmStK6c