martes, 2 de abril de 2013

Hazlo...



Dispárame, que acabamos antes.

Prometimos hacerlo poco a poco, prometimos hacerlo bien. Y ni una cosa ni la otra. Esto se convierte en una tortura que no estoy segura de poder soportar. Yo sufro despacio mientras me vas jodiendo rápido. Mientras prometías todo aquello que ahora no cumples ibas cogiendo carrerilla para correrte ahora tu puto sprint sobre mi.

Me hablas de orgullo, a mi. Tiempo atrás se de más de uno que se hubiera reído en tu cara por insinuar que no tengo. Pero las reglas del juego han cambiado, minaste mi autoestima y me hiciste tu sumisa. Me convertiste en aquello que siempre había despreciado más que el hecho de que me considerases una zorra. Gracias supongo, creo que empiezo a preferir ser lo segundo. Perdón, volver a serlo.

Vuelvo a perderme una y otra vez, tal vez sea cosa de los cimientos que no aguantan el paso de los años. Pero el tiempo corre y no quedan fuerzas para volver a empezar con ellos de cero. Volveré a ser otra casa de cartón a la que no podré llamar hogar porque no me encuentro en ella. Mientras, el suelo se moja lentamente. Va calando poco a poco y las goteras se convierten en ríos.

Dispárame, hazlo... Acaba conmigo de una vez por todas si tienes lo que hay que tener. Pero no lo tienes porque afirmas que te importo, afirmas que me quieres pese a todo y afirmas que no quieres que esté así. Si no quieres que esté así ven a cambiarlo. Ya no espero que me hagas el amor y me susurres que me quieres, pero fóllame rápido y sé por lo menos un puto amigo.

Dices que no vas a desaparecer, que tú no eres como el resto. Pero te vas y te alejas. Te pido que te quedes un minuto, te pido que seas el amigo que necesito y que no tengo. Y te  vas.

Pues vete, pero dispárame primero y déjame morir en paz. Si no quieres ser mi amante no lo seas, pero si de verdad te importo sé mi amigo. Y si no deja de joder despacio. Dispara rápido y libera al monstruo que llevo dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario