martes, 22 de marzo de 2016



Esa sensación de morirse un poquito por dentro. De abrirse una herida nueva en ese mapa de cicatrices donde guardamos los recuerdos. Y dejar que sangre. Y dejar que duela.

Gritar en silencio
Quemarse otra vez
Consumirse, envenenarse, volver a la decadencia.

https://www.youtube.com/watch?v=DnP8ztaDlQg

No es la primera vez, pero cada vez es diferente y el puto tiempo siempre hace que recordemos atenuado el dolor de las anteriores.

Pero a diferencia de las otras veces, ESTÁS AHÍ.
Y yo así no puedo odiarte, no puedo culparte, no puedo culparme
porque lo único que nos pasó fue la vida.
Era todo tan jodidamente libre que era inevitable que alguna vez volásemos en direcciones opuestas.
Se veía venir.
Lo vi venir.
De verdad.
Pero me dije "joder, aprovecha el momento y lo que tenga que ser será"
y lo que tuvo que ser es.

Duele.

Y parte de las pequeñas luciérnagas que me iluminan por dentro se apagan. Y algunas nunca volverán a brillar.

La música me apuñala lentamente esta noche
y se me antoja creer que sin ti
esta vez,
paradójicamente,
voy a ser un poco menos libre.

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